El 2 de junio se celebra el día de la República Italiana. Conmemora el referéndum popular de 1946, cuando (por sufragio universal) los ciudadanos italianos fueron llamados a decidir qué forma de gobierno (monarquía o república) querían para su país tras la Segunda Guerra Mundial y la caída del Fascismo.
Tras 85 años de monarquía, Italia se convirtió en República, y los reyes de la casa de Saboya fueron desposeídos del poder y exiliados. Esta es una de las fechas más importantes de Italia ya que celebra el nacimiento de la nación.
Por otro lado, el 3 de junio, en Argentina, se conmemora el Día del inmigrante italiano en homenaje al nacimiento del Dr. Manuel Belgrano (3 de junio de 1770), quien fue general de la nación, creador de nuestra patria y descendiente de italianos.
Conmemorar el Día del Inmigrante Italiano significa recordar a la gran cantidad de italianos que dejaron su tierra natal y sus hogares en búsqueda de un futuro mejor, y nuestro país prometía cumplir con esas expectativas. Argentina era un país abierto a la inmigración, que recibió con una cálida bienvenida a los miles de italianos que tomaron la difícil decisión de viajar a tierras lejanas en búsqueda del trabajo. La mayoría de los migrantes tenían muy pocas pertenencias, además de la documentación requerida para poder viajar: pasaporte, certificado de buena conducta, apto médico, y carta de invitación de algún familiar o del futuro empleador que se encontraba en Buenos Aires. No hacía falta más: sus pequeñas valijas estaban llenas de sueños junto a la esperanza de que ese barco en el que viajaban los llevara a buen puerto.